Tiene como tarea principal servir de apoyo a los hermanos y hermanas que necesiten oración y ayuda ante cualquier situación que se les presente. Están siempre a la disposición de cualquiera que necesite ser acompañado en oración. Es la parte de la iglesia que se brinda para traer lo sobrenatural del reino de Dios a las vidas de quienes se acercan. Este ministerio, cada domingo, hace que el cielo invada la tierra con la gloria de Dios y que los imposibles de la vida doblen sus rodillas ante el nombre de Jesús, provocando, por la gracia del Espíritu Santo, una gran cantidad de milagros en todos los que creen que Dios puede vencer cualquier situación que esté sucediendo.

En Mateo 10: 7-8, Jesús dice: «Y yendo, prediquen, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos, echen fuera demonios; de gracia recibieron, den de gracia».

Es nuestra labor no solo enseñar sobre Dios, sino provocar encuentros con Dios, que transformen vidas y ganen almas para el Rey, mediante la demostración de su reino.